En la q. 25 de sus Cuestiones disputadas sobre la verdad, Santo Tomás de Aquino
trata sobre la "sensualidad". Con este nombre, tomado de la tradición teológica,
especialmente de Pedro Lombardo, el Aquinate designa el apetito sensitivo en sí mismo,
es decir con independencia de la influencia que la razón ejerce sobre él.
En esta obra Sto. Tomás define la naturaleza del apetito sensitivo, y toca sus aspectos morales
y teológicos, dejándonos una enseñanza de perenne actualidad, capaz
de iluminar la consideración psicológica y moral del ser humano.
Estudio Preliminar de Martín F. Echavarría
Traducción de Mario Caponnetto y Germán Masserdotti
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